viernes, 22 de agosto de 2014

La subjetividad en la literatura

Por José Santos


La subjetividad o el subjetivismo resulta ser el predominio o la supremacía de lo que se aplica a la persona  que procede  y conceptúa llevado de sus propias consideraciones sobre cualquier otro miramiento.
Es una opinión  que no admite otra realidad que la conciencia individual de cada sujeto como principio de explicación de cualquier forma o entidad, y da por lo tanto al sujeto, predominio  frente a la esencia; a lo interno frente a lo externo y objetivo.
El subjetivismo se manifiesta en todo orden de cosas. La literatura es una de las principales fuentes de artes, en la que se aplica este principio en vasta magnitud.
Por ejemplo, en la vida diaria veremos a cada momento, una discusión sobre lo que “es literatura pobre, de pasatiempo y  sin ningún condimento de grandeza” en rigurosa oposición de la escritura de culto, enriquecida por el virtuosismo de los grandes escritores cuya fama no es una graciosa concesión de la Providencia.  Y hay un temible error en todo esto. El “bestsellerismo”  puede convivir naturalmente y en armonía con  la literatura de raza, es decir con los libros de aquellos que integran el panteón de los grandes escritores del planeta. Allí es donde aparece en todo su esplendor el concepto de lo subjetivo.
Ocurre que un mismo individuo puede optar por una  o ambas líneas de lectura; todo está en la “sensación” que  en ése momento desea obtener de una lectura.
La cultura de un individuo que lee, no se compone de fundamentalmente de informaciones, sino más bien  como en el caso de un jugador de ajedrez, de una mezcla de reglas del juego y de una visión global del terreno de juego. Es decir si tiene todo esto  podrá saber lo que ha perdido y lo que ha ganado, y conservará intacta la capacidad de jugar nuevamente, aunque por el camino hayan caído  algunos  de sus conocimientos.
Al menos eso es lo que yo creo.

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