Domingo, 29 de septiembre de 2013
Perder todo
Thomas Wolfe fue una voz torrencial que susurró en
los oídos de los autores norteamericanos de la segunda mitad del siglo
XX. Pasó muchos años fuera de circulación en castellano hasta que la
editorial Periférica recuperó Una puerta que nunca encontré y El niño
perdido, dos novelas que forman parte de su ambicioso proyecto literario
truncado por una muerte prematura a los 38 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario