martes, 12 de agosto de 2014

El hombre que odiaba comprar online

Por José Santos


Un día soleado de otoño  paseando por el boulevard  del pueblo, me encuentro con un amigo que me preguntó que llevaba en un paquete con sello del Correo Argentino, y cuando le dije que eran dos libros, me saltó con una serie de cuestionamientos  tales como: “Y sí, la verdad  que un loco de la lectura, las palabras y todas esas cosas, no puede recibir algo que no tenga páginas; es algo que no entiendo como puedes perder tanto tiempo con tus benditos libros, si tienes miles; y para colmo lo pides a otras partes, seguramente a Buenos Aires, aunque sé de sobra que también sueles comprar en España. ¿Por qué no los compras aquí o en Neuquén?”
Yo, tal vez, si me encontraba con la montura ladeada le podía haber salido con un disparate, pero algo respecto de buenas maneras y modales  me han enseñado esos libros que tanto le fastidiaban a este amigo.. Yo no me iba  a poner  a darle una explicación detallada sobre los mecanismos de compra online y de los “porqué” de las compras online.
Cómo también me inquirió sobre otros particulares relacionados con estas adquisiciones, tales como si alguna vez me hubiesen “jodido” comprando “online”. Amplió sus dudas  sobre ¿cuánto tiempo te tarda en llegar? Y siguió con otras cuestiones explicándome  que a él  no le agrada eso de  comprar medio a ciegas., pues no tiene seguridad que el vendedor lejano le cumpla en todo, o que por ahí le despache en diez días o cuando se le cante a él , que también le pueden  salir  con que el tipo o el comercio le hizo el despacho y no lo envió, siguió con sus terribles premoniciones de  “no sé, tantas cosas pasan a diario, que uno lee en los periódicos y la tramoya está a la orden del día., y que me veía  caminando por las paredes apenas pasara una semana  y el dichoso libro no llegara, que él ( mi amigo) estaba  quemado  y como dicen que el que se quema con leche cuando ve una vaca, llora, para culminar su desalentador monólogo diciéndome que él cuando quería un libro, compraba en el pueblo, platita contado o tarjeta, “clink” caja y a otra cosa mariposa……... 
Cuando pude detener esa máquina de picar hojas de papel, con la paciencia de un santo le expliqué que yo era un lector de los  mal llamados compulsivos, y digo mal llamados pues leer no es un vicio como el juego, el alcohol u otros similares; la lectura es llenar la vida de tiempo placentero, leer es viajar, leer es como a quien le agrada el cine o la música, pasa mucho tiempo  dedicando a esos momentos de esparcimiento. Le recalqué que los  libros son mi vida; sin ellos no podría vivir gratamente. Que cuando uno comienza a leer y sigue por ese camino, poco a poco va dejando el llano, para adentrarse en los montes de suave pendiente y que  para llegar a las altas cumbres, te puede llevar una vida completa y quizás ni siquiera esa vida te alcance. Le puntualicé que a mi edad, recién  estaba tratando de comenzar a trepar las primeras estribaciones  de las cordilleras y para ello debí ejercitarme toda una vida. Qué comencé como casi todos leyendo revistas, comics , libros para jovencitos , y ese fue el arranque. Luego vinieron escritores más importantes, y así sucesivamente; hoy recorro el universo de los libros buscando cada día esos inhallables, libros que se imprimieron en escasa tirada hace más de medio siglo en muchos casos y desaparecieron del mercado pues no fueron reimpresos, o porque han sido editados en otros países y no han ingresado nunca a la Argentina .

Seguí, ahora el enardecido era yo,  y no le dejé meter bocado.

Algunos, de tanto en tanto, llegan a mis manos y otros definitivamente  quedarán fuera de mi alcance. Hay millones de autores  ignotos  que son verdaderos genios, que por razones que no logro comprender han sido desechados por la industria editorial, pero para suerte de tantos lectores , muchos de estos inhallables se están editando,  por fin, dentro y  fuera del país, y por fortuna tenemos empresas en el país que los que no se imprimen aquí los importan y lo ponen a nuestro alcance .
 Por fortuna, también  hay unas empresas editoriales nuevas, nuestras, es decir argentinas, que seleccionan títulos y autores notables, especialmente aquellos de los que te hablé antes.
Estos que tengo en el paquete que llevo, son dos de estos libros de los que te he hablado.
Pero increíblemente no lo había vencido, porqué apenas tomé aire para respirar, me saltó con algo así “ ¿ Cómo se hace para elegir seguro el lugar donde comprar a través de Internet  y no te “ garquen”, con el tiempo, con el estado de los “ brolis”, con el precio, con el sistema de envío, que por ahí están entongados con alguna empresa de ómnibus – y en alguno casos todo llega cuando quiere el transporte, y si viene roto o mojado o  abierto, le reclamás a “magoya”?

Apenas le encontré un huequito en su perorata, tranquilo como agua de tanque, le expliqué: El asunto es sencillo.   Con el correr del tiempo , vos aprendés a conocer “ los bueyes con los cuales te pones a arar”. Y allí comprás con toda seguridad, y te contesto. Lo que esta gente seria y responsable te envía , no es más ni menos que lo que vos pediste. Todo llega bien embalado, el material siempre es nuevo, allí no hay mula de ninguna naturaleza y el envío te lo hacen por el Correo Argentino o por Oca ; mayormente por el correo oficial de la nación. Así que depende de donde vivas serán los días que te han de tardar en recibirlo, pero nunca una enormidad, que te provoquen el temor de saber si llega lo adquirido, y cuando llega….. y seguí…. Te das cuenta que estamos a más de 1200 kilómetros de Buenos Aires y yo a veces en dos días, tres a lo sumo, ya tengo los libros. Es cierto esos tres días me parecen años, porque la ansiedad en leerlos hace que me “auto fagocite” internamente y los intestinos se me retuercen como lombrices gigantes, pero cuando llegan , la alegría de tenerlos entre mis manos, supera todo lo causado por la espera. Pensá en otros “ tipos” como yo,que viven en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Salta, Jujuy, Misiones, y otras provincias todas más lejanas que la nuestra , bueno te digo con conocimiento , que tal vez con mucha mala suerte les llegue a tardar  unos cuatro días hábiles. ¿ Vos sabés que hay unos aparatitos que vuelan por los cielos , los que antes que vos llegues a Neuquén, aquí al lado nomás, si hay algún piquete con cortes intermitentes, los aviones han cruzado más de medio Argentina a lo largo,  y toda,  a lo ancho. Entonces, - y ya llegaba a mi casa, así que rematé con un : “ Pedazo de cabezota, si eliges una empresa seria, responsable, moderna en todos sus conceptos, a los que puedes escribir antes de comprar si quieres más tranquilidad, lo haces  y  no me vengas que es inseguro este medio, y si no te apetece, seguí comprando por aquí nomás, pero no busques lo inhallable que un día querrías leer , porque de eso, aquí, como decía el gallego Fuentes, de eso naaaaa…...  Nos vemos otro día...

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